EL SAXOFÓN DEL MIRAN

Cada año después de comprar la bebida, es tradición ir a una tienda de chinos y comprar chuminadas varias. Gracias a esta costumbre hemos conseguido tener un arsenal de cosas inútiles en la peña: los bolos, el minigolf…

Pero de vez en cuando acertamos de pleno y compramos cosas que acaban siendo todo un acierto: la canasta, los corchopanes…

El caso es que hace 3 años nos dio por comprar una chorrada, que pensábamos no iba a llegar a ningún lado, un pack de instrumentos musicales para niños pequeños. Aquel año éramos 4 personas en la peña, como el pack constaba de 4 instrumentos, pues la cuenta es fácil: 1 instrumento por cada peñista.

Iker se quedó con una guitarra y durante esas fiestas pasó a denominarse Mark Knopfler (era un espectáculo verle cantar Country… aunque decía que se le acoplaban los amplificadores jajajajaja). Kiko y yo nos quedamos cada uno con una maraca… aunque Kiko destacó más por sus tiros a canasta y su frase “por hacer esto a Lebron James le pagan una pasta” y yo destaque más por una falda amarilla que me dio por llevar esas fiestas (de ahí que, durante esas fiestas, pasáramos a ser Lebron James y Miguel Bosé respectivamente jajajajajajaja)… pero lo más interesante de todo es que el Miran escogió el saxofón…

Hasta aquí todo no es más que un juego divertido, pero aquel inocente saxofón naranja, acabó siendo un arma de destrucción masiva…

Resultó que la culata del saxofón tenía una capacidad parecida a la de un chupito y el tamaño perfecto para entrar en cualquier recipiente que contuviera alcohol… circunstancia que aprovechó el Miran para beber de prácticamente cualquier cachi que pasaba por su lado… el sistema era sencillo, se introducía la culata en el recipiente y tras gritar…“Brindemos por SIFO y por SINOFO” el Miran bebía.

El Saxofón en acción...

El problema venía dado porque llegaba un punto en el que daba igual lo que contuviera el cachi correspondiente, el saxofón tenía un poder magnético y atraía cualquier tipo de alcohol hacía la garganta del Mirandés.

Cuando ya iba algo piripi, el Miran hacia una imitación de Bill Clinton absolutamente brutal “Mirad, soy Bill Clinton” nos decía a todos mientras tocaba el saxofón y simulaba tener una becaria arrodillada a sus pies jajajajaja

Bill Clinton tocando el saxofón, auténtico ídolo del Mirandés durante las fiestas de Autilla del 2008.

A altas horas, era fácil encontrarse con el Miran arrastrando su saxofón por el suelo mientras ambos se trasladaban de peña en peña en busca de más bebida… ¡¡¡la de mierda que se acumuló dentro del saxofón!!! hay cosas que es mejor no pensarlas jajajaja

Después de cada noche pasada junto al saxofón, al Miran le costaba recuperarse, todo el día pasaba en la cama… pero cuando el sol se escondía, se vestía con la ropa del gallinero, se ponía el saxofón atado con un cordel de alpaca por el cuello y salía a la calle… las pilas se recargaban de inmediato y la fiesta volvía a empezar…

Hasta que a las 8 de la mañana del 15 de octubre de 2008, mientras se repartía orujo con un trenecito por todo el pueblo… en un trágico descuido, el Miran se sentó encima de su querido saxofón…

Pero tras pasar el disgusto inicial y la borrachera de turno, el Miran, de forma muy sensata sentenció… “Ha sido lo mejor que podía pasar, porque o acababa yo con él… o él hubiera acabado conmigo”

El auténtio y original "Saxofón del Miran"

Hoy en día, el saxofón original permanece en la peña “El Gallinero” como homenaje a aquellas fiestas, en que el Miran se creyó Bill Clinton.

Un abrazo: Chato